por Lautaro Aguilar

Escritura espontanea, vómito verbal, teatro, filosofía y vida.

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martes, 4 de febrero de 2014

Caido

Oscuro brillo en su firmamento
las estrellas se apagan en su cielo
Traicionero, oculto, caído
deambula dejando huellas cetrinas
por la ciudad porteña.

Siente la verguenza de los edificios y de los autos
vive escondido detrás de estilos y modas pasajeras
Se inventa objetivos desesperados
y teme a la soledad, que se presenta para decirle cosas
para recordarle sus fechorías.

Si supiera que en la verdad
se esconde la calma
andarìa màs liviano

Retorno

Desplazado de nuevo a la locura
caigo aquí, pronunciando mi redundancia.

----------------Mi devenir repetitivo, mi encierro circular
Veo desde mis ventanas
........................el mundo en movimiento
y me siento
-empujado-
a un retorno abismal,
-arrastrado-
a una sensación famélica y angustiada.

Hace tiempo que vengo armando

ççççççç con ligeros trazos ççççççççç

los cimientos de mi mismo

y ahora me detengo
y me doy cuenta
que no estuve mirando..
.
Me siento en picada
,
^^aplastado por^^ las horas¨^^

olvidado entre las paredes de algún sitio aislado

Me veo a mi mismo aterrorizado a veces
y entonces me pregunto

+¿¡Qué pasa!?
-¿Por que no puedo soltarme?
+Por que no puedo abrir los ojos enormes
y andar descalzo como ando
pero sintiendo
sin esa capa de irrealidad
que envuelve todo lo que me rodea.

Tal vez sea un rasgo de esta locura
en la que me pronuncio
un síntoma de como uno mismo
se genera y regenera-

Para hacer elecciones, 
es necesario
darse valor a uno mismo, ante todas las cosas.

miércoles, 10 de julio de 2013

Soñador

Desde la distancia se acerca una gota de sueños
y se cuela entre mis parpados cerrados y humedece
de imagenes silenciosas mi universo interno
La gravedad pierde sentido y comienza a influir en los objetos de formas pegajosas, andrajinosas y perpinflúdicas. Algo soniquiroso quiere internursarme impidalmente los cadentlos y la mocle cinierta complaje la amajduja de mi cuespido.

miércoles, 5 de junio de 2013

Rugidos

Una nueva corriente absorbe a un ritmo pausado y continuo mis puntos vitales.
Observo entre una confusa marea la locura en la que me sumerjo, y sin darme cuenta me encuentro con mi ego enardecido tras mi moral y mis pretextos queriendo estallar y desaparecer en un desliz, en una acción pequeña pero significativa. Y luego aparezco enfermo de mi mismo, centelleante y adicto. Eso sucede cuando un espacio genera un gran viaje, y ese viaje tiene una enseñanza, pero cuando el efecto se agota, y uno quiere más y sigue queriendo más, se genera una obsesión absurda y obtusa, tirante de decepciones y disculpas, de cambio e incomprensión, de familiaridad y de nido del que es necesario salir para vivir y volar.
Aparezco en ese corredor eterno de miles de ventanas, cada una con un paisaje distinto, retratando al observador que soy de la vida. Venimos a este mundo para observar comportamientos. Somos maquinas perceptivas, y nuestro cerebro hace pruebas con la realidad todo el tiempo. Desde el tímido hasta el extrovertido, ya que esto no se trata de relacionarse con otros, se trata de que somos los ojos del universo y todo nuestro poder está concentrado en la mirada. En nuestro ojo hace foco, ahí está el movimiento, ahí puede comenzar la acción y explotar en todas direcciones.

domingo, 3 de febrero de 2013

Del cambio

Una nueva marea sacude mis miembros, los arrastra en direcciones opuestas como queriendo depurar con violencia el sedentarismo de años al que se estuvo acostumbrando el hombre desde hace innumerables generaciones. Mi cuerpo arremetido se resiste con fiereza al cambio, se presenta rebelde y enamorado, sumergido en esa juventud inocente que le muestra al alma un mundo indiferente, incomprensivo, hostil o sensillamente distinto. Un mundo ajeno, más bien propio de una falsa cultura, de un falso yo, un bienestar mentiroso, semilla de los poderosos regada con los recursos que trabajamos con nuestras manos. Victimas y victimarios, entretenidos en el sueño del arte y la filosofía, engañados con elegancia, consumidores de la ilusión y la esperanza. Como se lamenta el alma de mi cuerpo joven, mi alma que requiere un físico laxo, hábil y travieso, mi alma, que sin indignarse aprieta, se extiende sin preguntar, como un niño sin modales, sin formas tan establecidas, sin moral. Y es la mente, la afamada herramienta del ser, la que quiere dominar a traición, la que se resiste a las corrientes de este mar embrabecido. Es ella la que tiene miedo de morir, es no conoce de otros caminos.
Y esta furia de cambio es una revolución, y posiblemente esa muerte tan temida sea una orilla calma, en una playa antigua un día soleado.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Solo tienes que querer

Aparato magnífico ha caído en nuestro reino, y ahora nos manipula cual marioneta de carne
el cielo sigue ahí después de todo, y eso lo agradezco.
Hoy seguí un consejo, caminé sobre la hierba. Primero solo fue eso, hasta que entre el aire encontré un árbol y decidí tocarlo. Observé sus grietas y luego vi que unas afanosas hormigas subían y bajaban caminando por ellas. Observé el largo recorrido que hacían hasta las hojas que se mecían levemente iluminadas por el sol radiante de este verano inesperado. Fue entonces que respiré profundamente, en el pequeño instante de silencio que llegó a mi, y me tendí, con el torso desnudo. Mi cabeza quedó por completo expuesta al sol, que en ese horario irradiaba con violencia sus rayos ultravioletas, y supuse que tal vez eso sería demasiado para mi cuerpo. Me levanté, y vino el perro de esta casa, dueño histórico del fondo de mi casa, más allá de la reja incoherente sobre la que todavía no podemos explicar ninguna utilidad. Caminé, bordeé la pileta de concreto y me metí debajo de la ducha fría. Finalmente decidí dormir, pero no hubo oportunidad por que enseguida se me encomendó al mundo, a hacer algún trámite que me llevó a un banco Provincia donde, inesperadamente, hice unos nuevos amigos. De Argentina, una mujerona de aparente avanzada edad con la onda de una adolescente que me presentó a Lee, de China, un hombre que luego de contarnos sobre la cultura oriental y el régimen de gobierno chino, nos señaló sus cuarenta años, y al revés del primer caso este parecía de mucho menos, tal vez por que no dejaba de sonreír. A esta conversación se sumó una señora que me dijo que el estudio era indispensable, ella que no tenía estudio podía decirlo, eso me dijo. Me resultó peculiar. Me hizo pensar que muchas veces es uno mismo el que busca las excusas para no hacer lo que tiene ganas de hacer, y me llevó a cuestionarme por que es que eso sucede. Y creo que no encontré ninguna respuesta, no le di muchas más vueltas al tema.  Luego, al final del día, me di cuenta de que hay que levantar la cabeza y ser valiente, y que el coraje es parte esencial de este camino, casi tanto como el ánimo y las ganas, casi como el entusiasmo. Mi padre solía decirme siempre, en el contexto de un cuento infantil, "Solo tienes que querer", cuando me impulsaba a intentar hacer algo. Y claro, si es que yo quería, se hacía, ya no se intentaba más.

domingo, 28 de octubre de 2012

La dictadura del cine

El foco se extiende de a poco, quebrando el aire denso, tenue y vaporoso a cada centimetro de nitidez que conquista. Violando la ansiosa oscuridad que riega de impaciencia nuestras fanáticas almas, señala con imprudencia un campo de concentración simbólico; encierra, selecciona y desaparece un batallón entero de realidad, y crea otra más perfecta, más pura, más necesaria. Todo está planeado. Hay logística, cuadros, órdenes, jerarquías, víctimas y victimarios.

Monólogo: Confusa Marea

Confusa Marea, libérate de mí pues no eres tú quien daña sino quien corre peligro rodeándome. Es que la luna se ha llenado anoche, y su luz ha trabajado mi alma cual orfebre y ha tallado el caos en su cuenca. Corre, huye despavorida, que siento que me deshago en ti querida Confusa, que tus olas también sienten la fuerza de matarme, y también que yo te mato mi querida Marea, si es que donde rebotan las cosas se deposita también la culpa. Es que reconozco que, cual bicho infame e indecoroso, en mi caída he roto las raíces más ancianas de la tradición y me he llevado conmigo al barro herramientas esenciales para la vida, en un derroche de dolor, pasión y lujuria. Oh! Confusa Marea. Oh mi reina eclesiástica, bailarina clásica encallada en la forma, triste sirena muerta en la orilla, os ruego perdonéis mi brutal cobardía, no tengo las agallas de rescatarte. Te veo perecer con la mirada sesgada, e ignoro entre las sombras aquella lágrima póstuma, siniestro regalo de tu angustia, que por tus sienes resbala.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Hoy, mejor, descanso.

Otra vez la nostalgia sirena adorna las aguas de su canto y tiñe el frío temperamento de azul profundo y siniestro. Las olas comienzan a quejarse adoloridas, la arena se obscurece de su enojo y el aliento ruge desde el fondo. Un cuerpo ahogado, muerto se desliza sobre la superficie marítima, putrefacto, hinchado y tieso. Sus ojos quedaron abiertos, como si la vida que alguna vez lo hizo suyo y le dio satisfacciones y penurias hubiese salido por ahí, entera.
En un arrebato, el cielo se vuelve rosaceo y se refleja obseno sobre las sufridas aguas, y castiga el pensamiento necio y cualquier tipo de victimización. Más yo, que soy quien lo creo, quien lo observo, decido llorarlo...
Cada uno es dueño de su mar, y hace de él sangre o vapor o locura, será después el cielo quien decida la gloria de nuestras elecciones... Mejor dejarse llevar por la corriente, y no pensar más.
¿Qué culpa habría uno de tener? ¿Que miedo habría uno de sentir? Suelto todo ahora, suelto ya. Me voy a reposar en el sueño, a ver que me cuenta hoy.

viernes, 21 de septiembre de 2012

de patas cortas

Hasta saber que escribir aquella tarde, había callado. Es que la sombra era tan densa que los elementos no podían encontrarse y se chocaban entre sí idiotas.
Más fue el asco, la repulsión más inaudita quien terminó reinando la rumba siniestra que un bailarín obsceno proponía. Tras antifaces o máscaras de barro al ganado, quiso adueñarse de la realidad con brazadas frenéticas y patadas enérgicas... y claro, cortas. Violó la caricia del viento con alguna pirueta zafada, y engañó la mirada ajena. Construyó un planeta, como todo buen artista, pero falaz, destructivo y puerco, que no tuvo por límite ni siquiera al afamado respeto. Y ahí el asco y la pena eterna, el castigo perenne de los ojos míos que no saben perdonar del todo, por que no olvidan, en ellos se guarda todo. Con razón la vergüenza, con razón la cabeza gacha frente a mi solidaria presencia. Con razón el asco que mi alma sentía como adelantándose a la falsa verdad que se ceñía en sus patéticas garras, de animal herido, de espíritu arrastrado y ya muerto, terriblemente abandonado.
Más no seré yo nunca el juez, ni el vengador, por que será el propio universo dueño de la justicia.
Mis manos y mis ojos voltearán ofendidos, porque no niego el dolor ni hago caso al delirio.
Ese juego no me pertenece, jamás ha sido parte mía, ni siquiera cabe darle el apodo de fantasía.
Mis deseos huyen despavoridos para no transformarse en victimas de la trampa, para no mancharse con más mentiras.
Por honor es que no callo. Tal vez sea el asco, o la vergüenza ajena lo que me alimenta y me tranquiliza.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Sueño libre

Se deshace entre mis manos necias el cuerpo delgado y fresco de una pasión inexplicable
y ahora flota en partículas ya indivisibles, por siempre eternas, en el espacio vacío de la añoranza.
He soñado con eso últimamente, y entre los pliegues celestes de un cielo acolchonado dancé con la furia secreta del lobo, con el pegajoso abrazar del sapo. Y tal vez fue por que la luna llena estaba oculta tras el día.
Ciertas interrupciones no lograron sesgar la fantasía, y las texturas fueron ciertas en la única verdad que es la realidad que construye la mente... por ende, fue todo verdadero, igual de vivo que lo que se percibe a través de los sentidos, de lo  que se existe en el teatro y en el universo abstracto que inunda las cosas. Fue una verdad falseada gozada en el silencio del sueño, regocijada en el anonimato de los ojos cerrados. Y ojos que no ven, corazón que no siente. Todo el mundo a salvo, yo mismo.

martes, 4 de septiembre de 2012

Amanecer sombrío

Cae helando la dulzura negra como un manto de oscuridad, como un oasis en el desierto interminable del desconocimiento, una gota amarga que todo lo envenena y angustia. Es que entre el brillo y las plumas, la vista fluctúa, la noche no arruya y las sábanas queman. Lo que no mata, fortalece. Y el miedo solo es la excusa frente al disgusto, y el disgusto no es más que desconfianza, que vuelve al miedo en un espiral extenso que solo cobra sentido en sí mismo, por que más allá de si mismo ni siquiera existe. Es divertido poder, todavía, correr por un universo fluctuante y abrazar la locura de vez en cuando.

No hizo frío en la noche
la tormenta fue muy corta, fue ridícula
Deambularon los hombres
Y las flores amanecieron arrancadas...
arrebatadas con la mano...
Y se marchitaron, claro-
pronunciando
que ellas solamente
serían las dueñas de sí mismas.


martes, 24 de julio de 2012

Del buen gusto

Se derrumban los pilares... sentido... no hay sentido... no tiene por que haberlo... roto sentido está.... nada saber hay que... entender los a nosotros no es tan dificil ser claro... Quisquillosos algo somos desordenados... En el quiebre bandidoso absurdo recae la noche oscura que danza cuajeringa en la basanda que anchosamente obstura la palabra, la sombra incierta de la cumbre que recorre la pena que no existe en la llanura, que solo imagina la caricatura recia del hombre que se va de espaldas a la cucha que le apaña la locura rigida. Todos empiezan a caer en el juego turbio de la chanchura y no manda nadie la cordura.

de la ansiedad y sus derivados

No te aferres a mi espalda, caricia húmeda de Junio, dejame partir...
Mi abrigo tiene agujeros y el aire frío me congela el pecho con un soplido y me roba el aire...
Las tardes han estado oscuras en todo mi sendero, y ha bajado niebla de los lugares más fríos del cielo. Los rincones en silencio recorren en su sombra el resto invisible, un halo denso anduvo en mis párpados y tiñó todo de muerto, de vacío, de eterno.
La sed que hay en mis labios reclama al viento seco, todo en mi ser vocifera y lucha, recibe y entrega, absuelve y condena, aulla y calla, se entremezcla en un espiral incierto y poderoso... me envuelve el reclamo, me arrastra, me ahoga y ahora nada. Nada. Otra vez... solo ganas de dormir un rato más, sin siquiera haber dormido...

miércoles, 4 de julio de 2012

Del subtexto

Cuando "pongamos las cosas en claro", cuando "lo que quise decir fue", cuando "te explico" y no te comparto, cuando se acuerda una mentira tácita en la cual todos pueden refugiarse, es cuando las relaciones son complicadas. A mi las relaciones complicadas me hacen ruido, me molestan por que no entiendo bien el juego, por que me gustaría poner las cartas sobre la mesa de una, con fantasías, sueños imposibles, incomodidades y silencios. O silencios incómodos.
No tengo problema en disfrutar de la imposibilidad, es parte de la vida también. No le temo a la imposibilidad, o no todo el tiempo. Y no me voy en palabras, se de lo que estamos hablando, pero tampoco tengo la fuerza de soportar algo que no es claro, que está nada más implícito (por ende, todos podrían mirar hacia otro lado).
Es importante hablar. A veces no se llega a tener ni siquiera una conversación, que es una charla, un intercambio de miradas. Eso complica más las cosas. Y a mi no me interesa complicarme, el mundo es un entretejido de mentiras tan grande que me cuesta creer hasta en mi propia persona, no se si podría hacer el esfuerzo de creer en alguien más cuando las cosas no están dadas de manera natural. Así que doy vuelta una página, me llevo conmigo mis fantasías, sueños imposibles y todo lo demás, incluidos los abrazos y los juegos divertidos que conozco, y levanto la cabeza gacha que casi no soporta esta gravedad injusta, total quedan años por delante para seguir creciendo.

Me llama la atención cuando me encuentro acá, haciendo promesas que no voy a cumplir, por que no hay nadie que cumpla promesas como estas.
No se puede descifrar el corazón.