por Lautaro Aguilar

Escritura espontanea, vómito verbal, teatro, filosofía y vida.

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domingo, 28 de octubre de 2012

Monólogo: Confusa Marea

Confusa Marea, libérate de mí pues no eres tú quien daña sino quien corre peligro rodeándome. Es que la luna se ha llenado anoche, y su luz ha trabajado mi alma cual orfebre y ha tallado el caos en su cuenca. Corre, huye despavorida, que siento que me deshago en ti querida Confusa, que tus olas también sienten la fuerza de matarme, y también que yo te mato mi querida Marea, si es que donde rebotan las cosas se deposita también la culpa. Es que reconozco que, cual bicho infame e indecoroso, en mi caída he roto las raíces más ancianas de la tradición y me he llevado conmigo al barro herramientas esenciales para la vida, en un derroche de dolor, pasión y lujuria. Oh! Confusa Marea. Oh mi reina eclesiástica, bailarina clásica encallada en la forma, triste sirena muerta en la orilla, os ruego perdonéis mi brutal cobardía, no tengo las agallas de rescatarte. Te veo perecer con la mirada sesgada, e ignoro entre las sombras aquella lágrima póstuma, siniestro regalo de tu angustia, que por tus sienes resbala.

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