Atormentado. Comunicativo, extrovertido. Aterrorizado. Temeroso. Asustado.
Anda rondando, es el eco de un futuro jamás nombrado, ciertamente equívoco. Es eternizador, tajante y absoluto. Fijo, creo. Inmóvil, me parece.
No me doy cuenta, tengo el ceño fruncido. Estoy en cero. No hay análisis que me rescate de ésta, no hay lógica.
Hay gente a la que le dedicarías un libro, le agradecerías un libro.
No quiero perder a esa gente.
No quiero perderme, tampoco.
Me siento atravesado por una historia que no quería conocer, que no me corresponde, que preferiría no conocer nunca. Me desilusiona, me derrumba... Aunque sólo unos instantes. Ya está. Estoy acá de vuelta.
Si, ya lo se.
Es MENTIRA. Es una mentira violenta.
Quiero enterrar. Quiero no acordarme de mi debilidad, pero sobre todo no quiero pensar en la vulnerabilidad del otro. No quiero saber que lo puedo perder, que la vida es asi. NO TIENE SENTIDO. No trates de buscarlo, no lo tiene. Estamos acá, no estamos acá. ¿Te imaginás muerto? Digo, existiendo igual que existís ahora, pero más ausente, más inalcanzable: Como un fantasma.
Tan viva que te sentías tan pocas ganas que tenías de morir.
Y que ganas de disfrutar la vida. Y que miedo de morir. Que terror a morir. Quiero hacer muchas cosas, no pienso morirme nunca. NUNCA me voy a morir. Discúlpenme, pero quiero creer eso. Por que nadie me tendría que haber avisado de ese tema. Si nadie me hubiese dicho, tal vez no me daría cuenta. Papá Noel existe, igual que los Reyes Magos, y a veces tengo ganas de que aparezca algún amigo secreto, que no es imaginario sólo por que vos no podés verlo, y de grande voy a ser veterinario, y NUNCA pero NUNCA voy a dejar de soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario