No se puede pluralizar

Tengo una fuerte predisposición a sobreponerme. Eso nos deja en claro, por ende, que tengo una tendencia a decaer. Pero me domina la primera. Me sobrepongo mucho. Todo el tiempo, me sobrepongo. Como si hubiese atravesado millones de kilómetros a pie hasta saturar mi cuerpo de agotamiento, como si mil mujeres me hubiesen acariciado, llevándome hasta el infierno de tantos orgasmos dejandome exhausto, quemado y muy transpirado. Como si hubiese muerto en mil vidas, y recién ahora estuviese comprendiendo todo. Y uno dirá, ¡Pero que logro! ¡Que interesante tu patología! Pero me parece que son puros deja vú.