Mejor no aclarar

Me sacaste el aliento
Me desarmaste
Me entregué a tus brazos, y te entregué un arrabal de secretos
en cuerpo, en alma
Ahora te ruego, me devuelvas todo
te ruego que te vayas
te ruego que te desvanezcas, que te mueras, que te partas
Me ruego detenerme nueva-mente.
¿Cómo puedo ser tan estúpido de caer en tu trampa silenciosa?
Ocultás en tu sonrisa lengua perniciosa.
Caminás, con tus pasitos chiquititos en todo sentido, y actuás con resentimiento
Querés mostrarme tu crecimiento. Una tarde de Julio, harto de tu espamento, te escribí esto:
Que agradable se viviría si uno pudiese hacer caso omiso a los accionares del otro. Pero cuando te buscan simulando casualidad, como si todo en la vida fuese fortuito y esto fuese una cosita más, aburrida y cotidiana.
¿Con que objeto simular que nada se genera en mi? Por supuesto que alguno que otro sentimiento se genera, eso es innegable. Lográs perturbarme, invadir mi mente de negatividad. Debo admitir que inspirarme es otro de tus maliciosos talentos, como una musa, que es sirena y con su canto te embeleza y te succiona al fondo de las aguas. Pero no hace falta que vengas a buscarme para convencerte a vos misma de que podés ser feliz sin mi, yo creo que simplemente podés, y aunque no sea así, jamás lo vas a asumir, pero me es sinceramente irrelevante. Tu actitud de autoconvencimiento también evidencia tu insoportable sibaritismo. Es que te excita lo voluptuoso, pero ni siquiera tenés la capacidad de esforzarte por ello, por que más allá de todo, te agrada la comodidad. Y si te sentís descolocada, preferís escapar. Lo más gracioso es que yo, sea como sea, siempre llego a la misma conclusión, no te quiero más. Ahora, no es lo mio, sino que es lo tuyo esto de llevar adelante una lucha de orgullo y dignidad y verdad y mentira en tu conciencia. A la larga, hagas lo que hagas nunca me vas a sacar esta afirmación exacta y que cabe perfectamente en tu definición: Sos paupérrima, disfrazada de nobleza por tu sangre, y por la obsecuencia de los demás.
Pedile a algún amigo, con algo más de cerebro, que te explique.