Me faltaba descargarme
soltar las emociones que se amontonaron
cuando viniste a verme
¡Que bien te haría encontrarme como en estos días!
Pero por algo no supiste cruzarme... Y eso que me dejé ir por las calles de Banfield, que solías invadir.
Y hoy, escribía lamentándome de mi existencia... Y me di cuenta, simplemente me di cuenta, cosa que nunca te va a pasar... Me río. ¡Como olvidar tu sonrisa fanfarrona creyendo que llegaste a alguna conclusión de las tantas que relataste! Tan segura de tu propia farsa. Siempre tan mediocre, y de golpe tan galopante, a veces no se puede. Pero no es tu culpa, seguramente es la de los oligarcas que se ocupan de crear pobres estructurales.
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