Es una idea que revolotea en mi cabeza. Recorre los caminos de mi conciencia e inconciencia, busca asilo en algún lugar. Lo destierran, lo maltratan y aborrecen, aunque algún día lo habrán mirado con deseo y obsesiva curiosidad. Busca en mi pasado y presente alguna razón para el odio que lo hirie. “Tal vez sea miedo”, se dice luego de un suspiro. Por otro lado los gobernantes de mi mente saben que algún día tendrán que aceptarlo y protegerlo, hasta amarlo y necesitarlo; Finalmente exclamo “no”, obstinada y abatida. Ahora solo una pregunta queda en mis labios: “¿Por que no?”
by
Victoria Cabrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario