En una vieja y oculta aldea
los dejé abandonados
Me tenían cansado y molesto
incómodo
sobreexigido
Hay un oleaje intenso hoy en mi mar
una furia de vacío
una ilusión de dilema
y el cuerpo de un ser abatido
En una foto vieja encontré mi mirada compungida
mis labios apretados
y mi cara pequeña como mis dos puños ahora.
Al parecer alguien ya me había dicho
que el camino sería largo
que quejarse no valdría la pena
que de esto también se trataba la dicha...
¿Qué me había pasado?
Mis manos casi cerradas, juntas
un pulgar arriba del otro
las piernas cruzadas
el gesto preocupado
y todos los otros que
salieron conmigo
raros, bandidos y payasos
cada uno en su mundo
vagando
Algunos riendo, o mirando para otro lado
Y una presencia terrible, de pie en el fondo,
incorporándonos
.
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