Este es el cansancio del que nunca me canso
el agotamiento que me estimula, aunque mis noches se vuelvan profundas e inutilizables, o mejor funcionales al siguiente proceso: desvanecerse y suspenderse en un tendedero, evaporar la humedad de la calle y sumirse en las imágenes otra vez.
El oído nunca deja de escuchar.
Y las cuerdas vocales funcionan por empatía.
Un agotamiento
que me vuelca a alimentarme mejor,
y a hacer actividad física con más frecuencia.
Siento un halo de
energía brillante
bordeando mi cont
orno, contenido d
e manera vaga y c
ada vez más cerca
de explotar......
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