Sonidos acariciando levemente tus extremidades, razonamientos que buscan alejarse de la lógica propia de la inminente maduración, adultez.
Queremos ser, pero tenemos piedras en nuestro sistema que no permiten una fluidez correcta en nuestras cabezas alocadas y confundidas, desatentas, puramente concentradas en el autodescubrimiento.
¿Y ahora
que
hacemos?
Soltar las riendas del caballo, cerrar los ojos y permitirle correr y salirse del carril sombrío, por el que iba galopando mañatado y enceguecido.
muchas piedritas
ResponderEliminaray. lo recortaste
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