Resfregarse

Bienvenido. Te encontrás en las puertas de la maravillosa percepción absoluta respecto de un tema aíslado que solo a vos te interesa. Estás ensimismado en tu pensamiento analizando todos tus alteregos, intentando juzgar como reaccionan frente a los demás. Perdido en una maraña de ideas que parecen maliciosas e intentan justificar tus perversiones individuales. Por momentos te dejás caer sobre un pasto mal crecido, lastimado por la erosión ácida y la escarcha matinal, y no te importa nada. No sentís la temperatura del contexto, caminás por las callejuelas del sadismo y te sentís pleno. Tu filosofía mal elaborada fluye como un manantial, y el parabrisas de tus ojos no funciona y no te limpia la visión. Hasta que finalmente deja de llover y la claridad resulta más obscura, terminás por preferir los días nublados.