Caerás de rodillas
al oír el sermón de todas mis misas
esto tiene que caer
Cuando menos lo imagine
una mano se alzará
y será mi propia junta
quien me cercene con iniquidad
Caerás de frente
sobre mi rezo prepotente
alguien tiene que ceder
Y mis partes partirán
corriendo despavoridas
pero la brisa de la noche
las hará sentir tranquilas
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