Quiero hablar de vos
por que invadís mis palabras
incluso cuando no lo deseo
Pienso que la eternidad
me espera como
una cerilla encendida
muere y cae
inerte
sobre un cementerio de congéneres
E imagino en el horizonte
un manantial donde mi sed se sacie
donde pueda verter en un débil reflejo
toda la música de mis tormentos
Y ahora solo me confundo
en un orbe de misterios
y me hundo en el recuerdo
en el anhelo
de tu pecho
donde tu corazón rebota desesperado
queriendo posarse en mis manos
y guardarse en mi poesía
por siempre
como queriéndose
liberar del miedo
de quedar desposeído, sin nadie
que lo quiera atesorar.
Y es el corazón más salvaje
y más ingenuo
que alguna vez mis yemas sintieron
y resbaladizo como un animal asustado
pero caliente como un carbón encendido
muere y cae
inerte
sobre un cementerio de congéneres.
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