Es una lagrimita que gotea desde el cerebro
es un líquido benigno, si. Pero del que hay que deshacerse
lamentablemente.
No puedo imaginar mi expresión dejándolo.
tanto terror, muecas incompresibles imagino
y es que yo soy un actor.
Imagino el agua esa, pobrecita
cayendo lastimosa sobre mis pómulos
que quiero que sean hermosos,
les haría planos con mi cámara,
y me maravillaría;
yo diría, ¡Mirá! ¡Mirá que redondos mis pómulos!
Y ahora me encuentro acá,
haciendo una literatura tan idiota para mi;
detesto lo ambiguo, quiero que lo sepan-
pero, desde que me di cuenta, ya no me preocupo
por no serlo:
me desespera y me impresiona la claridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario