Amanece refulgente tu mirada
y los brazos se estiran hasta despertar la musculatura,
nos desgastamos anoche,
nos hicimos muerte por doce horas
nos dejamos hartos, fundidos en texturas sedosas
Y el éxito comenzó rotundo,
nos repartimos frituras, y quedaron sobras en la mesa
¡Tendriamos que haber agarrado todo!
Tragado y tragado, hasta quedar satisfechos de este tramo
Odio esta condición humana, que no me permite
exprimir la vida hasta acabarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario